Ingredientes: Sal, levadura, agua, harina 0 origine superiore, harina di grano, mozzarella, mortadela de pistacho, stracciatella de burrata, tomate cherry amarillo, crema de pistacho, pistacho granulado, radallura de limón y albahaca.
Alérgenos: Gluten, frutos con cáscara, lactosa y soja.
Descripción:
La pizza Pistacchiona es una creación de los maestros pizzeros de Luigi Ristorante.
Su invento la hizo famosa cuando, al presentarla al PizzasFest, fue la pizza que hizo ganar a Luigi como La Mejor Pizzeria de Barcelona 2023. Desde entonces es una de las pizzas más pedidas y aclamadas de nuestros clientes.
Para la creación de esta pizza se ulitizan los mejores productos Italianos y una ingeniosa combinación de sabores, entre ellos el toque del limón que diferencia está pizza de las demás.
Nuestra pizza Pistacchiona lleva: mozzarella Fior di latte, mortadella de pistacho, stracciatella de burrata, cherry amarillos semi secos, pistacho en crema, pistacho crujiente, ralladura de limón y albahaca.
Precio:
18,40€
Horario:
L-D: 12:00h - 00:00h
Días de cierre:
No cierra
Sobre nosotros
Hace más de 10 años, Javier Sánchez, hostelero de toda la vida, fue a comer a la pizzería de un amigo y allí se enamoró. Él creció en la cocina de un restaurante tradicional español, pero siempre tuvo una amante: la gastronomía italiana.
Luigi es un napolitano por donde se lo mire, pero lleva más de 20 años en Barcelona. Una visita navideña a su padre cambió su vida para siempre. Barcelona obnubila a cualquier chico de 16 años con hambre de mundo, y Luigi no fue la excepción.
Para quedarse, comenzó a trabajar en la pizzería de un amigo de su padre, una de las pocas que había en Barcelona por entonces. Entre la leña y la harina, también se enamoró de la hija del amigo de su padre y de la tradición más emblemática de su ciudad de origen: la pizza.
Con el tiempo aprendió el método, el arte y la mística de la masa y del horno a leña, y con más tiempo descubrió que además de amor, también tenía talento. Así, acabó a cargo del restaurante en el que llegaban a preparar 350 pizzas por noche. “La ticketera no paraba, se acaba el rollo de papel y juntábamos los tickets del suelo, de lo rápido que salían”.
Entonces supo que era hora de tener su propio restaurante y en 2008 abrió las puertas de Vía dei mille, del que Javi se hizo cliente y fan apenas probó sus pizzas. Todo parecía ir bien, pero hubo pocas empresas nuevas que sobrevivieran a los embates de la crisis y el Vía no fue una de ellas.
Así que había que volver a empezar, otra vez. Pero esta sería diferente: la "mamma" y el "fratello" Alfredo trabajarían codo con codo con él y, “creer o reventar”, “lo que está destinado a ser, será”, “cuando una puerta se cierra, otra se abre”… Luigi no sabía que ya hacía años había conocido a su "fratello" local.
Eran buenos amigos y disfrutaban como niños comiendo pizza juntos y alabando las bondades de la cucina italiana, entre bocado y bocado. Era tan claro, tan evidente, tan natural que Luigi Ristorante naciera, que bastó una pizza más para comenzar a amasar un nuevo sueño.
En pocos meses había local, personal, un horno traído de Nápoles (que ya es nuestro emblema) y una "famiglia" poco tradicional, pero con una fuerza arrolladora.